Llegué con una idea de cómo sería este retiro y me llevé una grata sorpresa al ver que mis expectativas se vieron superadas. Fui, encontré mi espiritualidad, bailé con ella, encontré más vitalidad que ni siquiera sabía que tenía y, sobre todo, me llevé recuerdos. Decir que se trataba de un curso o de unas clases no le haría justicia. El amor, el aprendizaje, el disfrute, el proceso, la experiencia que me brindó la gentil guía de Ernesto quedarán grabados para siempre en mi corazón. Gracias Ernesto por ser el ejemplo de amor, por darnos tu apoyo, tu paciencia, por ser considerado y paciente con nosotros.
Mucho amor desde mi corazón, gracias.
Damarys Cuevas
Nueva York, Estados Unidos